Ha llegado la hora de conocer la triste y terrible historia de
EL NIÑO ZOMBI
EL NIÑO ZOMBI
Nació en una pequeña aldea de Holanda, entre el frío seco que golpeaba su pequeño cuerpo. Pero EL NIÑO ZOMBI nunca sintió frío, de por sí su cuerpo estaba helado.
Los primeros juegos de EL NIÑO ZOMBI fueron exitosos, los sesos de dos niños y una niña escurrieron por su boca. Ese fue el castigo por moverse en el juego de los encantados.
Cuando sus padres detectaron que la blancura de los ojos de EL NIÑO ZOMBI comenzaba a tornarse amarilla, decidieron implantarle, un par de nuevos ojos. Sin embargo, como no encontraron entre los cadáveres alguno que llegara a la talla, le pusieron dos calcomanías.
Un día EL NIÑO ZOMBI tuvo novia. Dientona, flaca como un charal, con lentes de fondo de botella, algo sorda, le faltaba el brazo derecho, gritaba como un loro todo el tiempo, "EL NIÑO ZOMBI ES MI NOVIO, NOVIO MIO Y DE NADIE MÁS".
Por enfado y desconcierto, EL NIÑO ZOMBI decidió cuidar mejor de su novia: la tapa de los sesos le arrancó y sorbió su cerebelo con ensalada. Desde entonces esa chica ya no grita más por las calles, silenciosa y sonriente, lo espera siempre en su casa.
EL NIÑO ZOMBI un día deseó tener completa la colección de compactos de su cantante favorito. Pidió dinero a sus padres y ellos recriminaron sus gustos, pidió dinero a su abuela, tíos y amigos; pero sólo tres pesos recolectó.
Triste y decepcionado, EL NIÑO ZOMBI trabajo buscó. Quiso limpiar parabrisas en las esquinas, pero todos le temían, trató en supermercados y haciendo mandados; pero nada funcionó. Un día lloraba desesperado, lo vio de lejos un empresario y de inmediato lo contrató.
EL NIÑO ZOMBI es ahora la sensación, el mero protagonista, de la casa del horror.
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