jueves, 3 de abril de 2014

Limites




Limite en los niños



Para educar de manera eficaz a nuestros hijos debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. El secreto es hacerlo de manera coherente y con firmeza. En muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

Al aplicar límites en los niños necesitamos hablar con claridad, también debemos tomar en cuenta algunos consejos básicos:


1.    Objetividad. Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para un niño.

2.   Opciones. Podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada para decidir cómo cumplir sus "órdenes. Por ejemplo: "Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte? Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño para que haga exactamente lo que queremos.


3.   Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro.



4. Acentúa lo positivo. Los niños son más receptivos al "hacer" lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos. Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir "no", mientras los demás suelen cambiar las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo "hacer".

5. Guarda distancias. Cuando decimos "quiero que te vayas a la cama ahora mismo", estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: "Son las 8, hora de acostarse" y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.

6. Explica el porqué. Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado a obedecerla.

7. Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intenta indicar una alternativa aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo se sentirá compensado.


8. Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite.


9. Desaprueba la conducta, no al niño. Deja claro a tus hijos que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos. No muestres rechazo hacia los niños. Antes de decir "eres malo", deberíamos decir "eso está mal hecho" (desaprobación de la conducta).


10. Controla las emociones. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites.







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