Amigos de Puebla
Niños a diario estamos tan saturados de información que no reparamos en
pequeños adelantos y descubrimientos que ha tenido la humanidad como lo son los
relojes. Ese invento que ya casi nadie usa sobre su muñeca y que tan importante
fue en el pasado.
Veamos:
Nos construimos de
historias, historias que nos contamos desde que nos levantamos y narramos del
pasado. Para poder distinguir los momentos en retrospectiva es necesaria una
medición de tiempo. Es así como casi todo el mundo tuvo que idear parámetros
para saber en qué momento del día o del año se encontraba.
Así que las
primeras sociedades se fijaron en el sol. Ese astro que marcaba el final de la
noche, y el inicio de las actividades (los humanos por socialización y por biología
asocian la oscuridad para descansar y la claridad para trabajar) idearon los relojes
de sol.
Muchas veces cuando
pensamos en un reloj de sol imaginamos
un circulo con un obelisco en el centro, sin embargo no todos fueron así, ya
que este sistema obedece al duodecimal de los relojes tradicionales, (donde
existes 24 horas del día y 60 minutos en cada hora).
Las culturas
mesoamericanas se fijaban en la posición que el sol tenía sobre la arquitectura
de sus templos. Para esto se apoyaban de gruesas columnas con perforaciones y
dependiendo donde daba la luz era la hora del día: prima noche, cuarto del
alba, salida de Quetzalcóatl, ocho de la noche, mediodía y tarde.
Esta información era
social, para esto existía un sistema sonoro de caracoles y ocarinas.
Esos eran los relojes
en la época mesoamericana. ¿Qué pirámide conoces que tenga este sistema de
medición?
La próxima semana…
Con el tiempo se
encontraron con el sistema europeo y fue así que las catedrales e iglesias (por
tener grandes torres y gigantescas campanas) pasaron a ser el centro de los
pueblos, por un fin sagrado y social temporal….